El Jardín zen, en japonés karesansui, es un estilo de jardín japonés seco que consiste en un campo de arena de poca profundidad y que contiene grava, arena, rocas y en ocasiones también hierba, bambú y otros elementos naturales utilizados como forma de meditación por los monjes Zen japoneses.
Los jardines zen están hechos para admirar, ya que impulsan a la meditación. Tradicionalmente, en la filosofía zen la verdad se transmite por la contemplación de la belleza. Por este motivo son tan importantes los jardines zen en esta filosofía.
Son “Jardines Escena”, y por lo tanto de dimensiones limitadas (máximo 10x30 mts.). Hay interpretaciones distintas de lo que representan estos jardines, una de las más extendidas es que la grava representa el océano y las rocas, las islas japonesas. La arena representa el mar, alrededor de las rocas se hacen anillos, como si estos formaran ondulaciones de agua. En el resto de jardín, con el rastrillo se crean líneas paralelas a la plataforma. La orientación del jardín para el relax tiene que ser al Este. La arena, que representa la paz del mar, es la que tiene que estar mirando hacia la salida del sol.
Este tipo de jardines pues destacan por su simplicidad. Buscan la armonía con el mínimo de materiales que den el máximo efecto. Son jardines que requieren poco mantenimiento.
Cuando se construye sé debe utilizar indispensablemente mallas anti hierbas.
Plantas apropiadas para este tipo de jardín son las azaleas, el cerezo ornamental japonés o evidentemente el bambú.
